jueves, 25 de septiembre de 2008

El secreto de Popeye

La última de las plagas que acaba de azotar a la población norteamericana no tiene que ver con los designios de Osama ben Laden sino con una amenaza mucho más diminuta aunque no menos virulenta: una bacteria llamada E.coli que contaminó una cantidad no determinada de paquetes de espinaca fresca y dejó un tendal de 190 afectados en 26 estados, incluyendo un muerto en la última semana.

Existen diversas teorías de cómo la E.coli, cuyo nombre científico es Escherichia coli, se coló dentro de las bolsas de espinaca y de allí pasó al intestino de las víctimas, pero ninguna certeza. La sospecha es que puede haberse infiltrado en las aguas servidas de las haciendas del Valle de Salinas, en California.

El caso es que la demanda de espinaca fresca, que venía creciendo aceleradamente en los últimos tiempos hasta alcanzar medio millón de toneladas anuales, se desmoronó súbitamente. La semana pasada era imposible encontrar una sola hoja en el supermercado.

Antes que la moda de los salad bars ocasionara el auge de la espinaca, el héroe absoluto de esta industria era Popeye el marinero, que, como todo el mundo sabe, obtenía su asombrosa fuerza de echarse una lata de espinaca al buche. Tal ha sido su influencia en persuadir a tres generaciones de las bondades de esta verdura, rica en calcio y hierro, que la ciudad de Cristal City, en Texas, considerada la capital mundial de la espinaca, le levantó un monumento frente al edificio de la municipalidad.

Pero el romance entre el marinero y la espinaca no fue amor a primera vista. Popeye nació en 1929 del lápiz del dibujante Elzie Segar, que lo incorporó como un personaje más en su historieta Thimble Theatre (Teatro del dedal). Las estrellas de esta tira eran Olivia y su hermano Castor, quienes debían embarcarse para un viaje y decidieron contratar a un marinero llamado Popeye.

Otra interpretación

En un principio, Segar no se preocupó de explicar el origen de la inusitada fuerza de Popeye, pero un par de años después, cuando el marinero de la voz áspera y la perenne pipa se convirtió en un éxito, la espinaca apareció como el detonador invariable de su vigor. ¿Por qué la espinaca? Muchos presumieron que se debía a la alta proporción de hierro de esta hortaliza, pero un artículo publicado recientemente en la revista Cannabis Culture propone una inesperada interpretación de esta elección.

Según Dana Larsen, la autora, cuando Popeye apareció en la década del 30, "espinaca" era el nombre con que se designaba a la marihuana. Una canción popular en la época, "The Spinach Song" grabada por Julia Lee and her Boyfriends, era el himno no oficial de los clubes donde se fumaba el cannabis. La marihuana había sido legal hasta entonces, una droga de gran popularidad asociada a la bohemia. Pero cuando se decidió prohibirla, fue necesario montar una campaña que la demonizara.

Larsen admite que la evidencia de su teoría es puramente circunstancial, pero los elementos que aporta son, por lo menos, elocuentes.

"La campaña contra la droga que se impulsaba en esos años sostenía que la marihuana inducía un a fuerza extraordinaria. Los diarios aseguraban que quienes fumaban marihuana llegaban al punto de volverse inmunes a las balas. De manera que asociar la fuerza de Popeye con su consumo de «espinaca» podría aparecer como una conexión obvia", escribe Larsen.

Popeye no sólo deglutía su ración de espinaca de la lata; con frecuencia la aspiraba a través de su pipa, lo cual fortalece la teoría de Larsen.

Después de Segar, hubo varios dibujantes que se hicieron cargo de Popeye. El último de ellos de ellos, Bobby London, que estuvo a cargo de la historieta entre 1986 y 1992, incluyó un episodio donde Popeye y su amigo Wimpy van en busca de un paquete de "pura espinaca boliviana".

Si, efectivamente, a lo largo de 75 años, Popeye engañó a todos con el origen de su fuerza, es algo que nunca sabremos. La esquelética Olivia nunca se quejó de este hábito y en último caso, nos queda el consuelo de saber que Popeye, si se fumaba, lo hacía por una buena causa.


Mario Diament
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